Autor: Santiago MARTÍN, sacerdote FM
Aunque los ojos del mundo han estado puestos, esta semana, en lo que pasaba en Estados Unidos, en lo que afecta a la Iglesia han ocurrido también otras cosas. Una, importante, es la retirada del dinero que hasta ahora administraba la Secretaría de Estado y que pasará a ser controlada por otros dos organismos vaticanos, el APSA y la secretaría de Economía. Esa decisión da la razón a lo que pretendió el cardenal Pell cuando era prefecto de Economía. Una batalla que el cardenal perdió, pero que al final ha terminado ganando, aunque le haya costado tanto. Esperemos que esta medida sirva para acabar con los escándalos financieros y que no ocurra aquello de “tenemos los mismos perros, pero con distintos collares”.